Cuando el ruido procede de nuestra vivienda
Pueden existir diferentes motivos para insonorizar una vivienda. Uno de ellos puede ser la necesidad de evitar que nuestra actividad y conversaciones sean molestas para el resto de los vecinos, es decir, la mejora de la intimidad acústica. Como norma general, si usted escucha el televisor de su vecino, es muy probable que su vecino escuche el suyo.
El primer paso consistiría en analizar cuál es la actividad que se realiza en la vivienda a insonorizar. Cuáles son las habitaciones donde se encuentran televisores y equipos de música, y si es habitual tener reuniones en las que hablen varias personas a la vez. En caso de querer desarrollar actividades mas ruidosas (como ensayos musicales) habrá que tomas unas precauciones extras que trataremos en otro post.
Una vez analizado el problema, se analiza la propia vivienda: paredes, techos y suelo, así como la presencia o no de cámaras huecas y/o pasos de instalaciones. La solución más eficaz siempre pasará por actuar conjuntamente en todo el volumen a insonorizar, trasdosando las paredes en su totalidad y creando un nuevo techo suspendido sujeto a dichos trasdosados. Completando la solución con un suelo flotante se podría obtener la completa insonorización de la estancia, a excepción de puertas y ventanas que serán tratadas en otras entregas.

Paredes: La instalación recomendada es el trasdosado autoportante con empleo de bandas elastoméricas (una amortiguación que evita el contacto directo de los perfiles con el suelo y techo existentes). El interior de la cámara debe rellenarse en algún material fonoabsorbente de cierta densidad. Los paneles de partículas comprimidas de poliuretano (su designación comercial mas conocida es Copopren) son la opción que mejor funciona ante la mayoría de las frecuencias, aunque nunca es la opción mas económica. Aún así, este sistema de montar los paneles entre los montantes galvanizados evita un importante sobrecoste de la obra en concepto de pegamento para poliuretano, una alternativa recomendada por los fabricantes de paneles de este tipo, pero poco ecológica y muy cara. Otros fonoabsorbentes utilizados son los paneles de lana de roca, mantas de fibra de vidrio o incluso paneles de viruta de madera prensada.
El montaje de la placa de yeso laminado que hará de acabado de realizará conjuntamente con una lámina elastomérica pesada (membrana acústica) que actuará como masa para retener las frecuencias bajas. En función de la protección deseada se variará el número y colocación de estas capas (elastómero+yeso laminado).

Techos: La instalación recomendada será un falso techo de yeso laminado sobre estructura suspendida con empleo de silent block (elementos que a través del empleo de caucho evitan la transmisión de vibraciones). En la cámara del falso techo se instalará material fonoabsorbente y se rematará con la combinación adecuada de yeso laminado y elastómero, que se valorará en función de la magnitud del ruido que queremos aislar. En el futuro trataremos los techos con mayor dedicación en otro post.
Suelo: En la mayoría la los casos de viviendas, la simple presencia de una tarima flotante correctamente instalada debería aportar la insonorización suficiente ante la mayoría de los ruidos, salvo el impacto directo de las pisadas. En caso de querer una protección eficaz ante ruidos de impacto se deberá montar por debajo del solado flotante una lámina antiimpacto que desolidarice nuestro suelo del edificio.
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